| JORGE CARVAJAL, | "Yo siempre me voy a sentir masón, absolutamente" | | | | Domingo 27 de julio de 2008.
Hoy se da tiempo para otras cosas. Incluso en el momento de esta entrevista se encontraba en la Región de Valparaíso visitando a sus nietos. Pero no olvida. Hace casi nueve meses vivió un momento clave en su vida: tras 47 años ininterrumpidos como masón fue desarraigado de la institución dejando el cargo de gran mestro que ejerció por nueve años y el de rector de la Universidad La República que ostentó por 13 años. Así se convirtió en uno de los protagonistas de un momento histórico de la masonería.
Jorge Carvajal, vive sus jornadas manteniendo una firme postura ante la crisis de las dos instancias que en un momento presidió.
¿Cuál es su visión sobre los acontecimientos relacionados con la Universidad y la masonería?.
En algún instante la Universidad tenía necesidad de un apoyo ético, una carta de conformidad ante el Banco de Chile la que fue acordada por el Directorio del Club (La República) en dos oportunidades, entre ellos el propio actual gran maestro. Luego hubo algunas interpretaciones en orden a que yo habría sobrepasado mis funciones y en virtud de aquello el gran maestro estimó pertinente dictar un decreto quitándome la calidad de miembro de la orden masónica y por repercusión en la universidad el fiscal interpretó que no podía ser rector. Yo jamás renuncié a mi cargo.
Hoy se dice que la Ulare es una obra inspirada en principios masónicos, ¿comparte esa visión?.
De ninguna manera. Los cuatro grandes maestros que hemos estado en la existencia de la universidad hemos declarado que es una obra de acción masónica. Nunca hemos postulado que fuera de propiedad del Club de La República, pero que hay vinculaciones, es innegable. Desconocer una paternidad es una ficción. ¿Y a qué se debe esta postura?.
Siempre fue una buena ayuda para la Universidad el hecho de que en todo Chile se supiera que estaba vinculada a la masonería. Pero cuando se dice que no tiene nada que ver, bueno la actitud de las personas y las instituciones cambió y eso colaboró bastante a que la situación se fuera haciendo más difícil.
¿Esta nueva interpretación de la relación sería también uno de los factores de la crisis que se vive?.
Yo creo que es uno de los factores que colaboraron muchísimo en aumentar la situación de la universidad.
¿La decisión de su salida fue precipitada?.
Hay una situación mucho más que precipitada, no corresponde a ninguno de los canónes de la masonería. Cuando a alguien lo expulsan sin siquiera un proceso es una violación flagrante de los Derechos Humanos. Y ha seguido porque hoy vemos 12 ó 13 personas en la misma situación. Eso francamente jamás había ocurrido en la masonería y nunca debió haber ocurrido, ¿Si usted estuviera aún a la cabeza de la Universidad, tal vez no estaría este riesgo de cierre o venta inminente?.
Una persona ofrecía una cantidad alta de millones de dólares que permitía salir de la contingencia de una deuda que en eses momento tampoco era tan alta, si eso fallaba teníamos un equipo de expertos que estaba trabajando. Quién se extrañaría que a las universidades católicas las ayudara la Iglesia y por qué entonces alguien se extrañaría que la masonería ayudara a una universidad que es de sus ideas y fundada por ella.
Pero hay gente que ve que no debe ser y ese es un problema de los que deciden ahora. Teníamos en las manos la solución.
¿Cómo lo vivió de manera personal?.
Tengo absoluta tranquilidad de conciencia en cuanto a que no he cometido ningún ilícito ni tampoco atentado contra los principios éticos de la masonería. Mi gran dolor es la deslealtad de personas que yo creía que tendrían que haber sido leales a sus principios y también a veces a los propios afectos personales.
¿Hace alusión al actual gran maestro?.
No, yo no hago alusión a nadie. Cada uno en el fuero interno de su conciencia sabe cómo actuó. A veces las palabras de los enemigos se olvidan pronto, pero el silencio, las acciones de los amigos, eso sí que no se olvida nunca.
La posibilidad del quiebre.
Sin duda su protagonismo en hechos inéditos le otorga una mirada propia sobre este momento que involucra a dos de las instituciones que lideró.
¿Cómo interpreta este quiebre de silencio dentro de la masonería?.
Esto deriva de una posición de las autoridades. El propio señor Oyarzun ha dicho que la masonería no es una sociedad secreta, sino que discreta y a lo mejor en ese pensamiento cabe la idea que los problemas que tiene la masonería se ventilen en la plaza.
¿Y puede afectar a la masonería?.
Toda acción siempre va a tener alguna repercusión.
¿Usted cree que su salida puede implicar un cisma?.
He tratado de evitar pronunciarme sobre lo que está ocurriendo dentro de la masonería después de mi salida. Sé, me informan, muchos se comunican conmigo que hay bastante disconformidad.
Ahora en qué va a eclosionar eso, no sé, no lo podría juzgar ni vaticinarlo.
¿Cuál es la evaluación que usted hace de su gestión tanto dentro de la masonería como en la Universidad?.
En general la evaluación que hago de mi acción en ambas intituciones es positiva. Ahora se han levantado voces, especialmente en la universidad, diciendo "mire Carvajal manejaba solo estas cosas", pero por qué no lo dijeron antes, lo dicen después que me he ido. Creo que es poco presentable que alguien que ha podido hablar durante doce, trece años no lo hace, pero cuando la persona se ha ido, entonces las dicen. No creo que eso sea ni académico, ni de persona que tenga bien puesto sus principios.
¿Hay algún mea culpa que usted haga?.
Haber decidido contratar personas que después no tuvieron ni la capacidad de actuar como yo pensaba que podían haberlo hecho o no actuaron humanamente de acuerdo a los principios con que debieron haber actuado. Mi gran responsabilidad fue la elección de algunas personas que me equivoqué en elegirlas.
Se ha señalado también que se habría utilizado como respaldo parte del patrimonio de la masonería ante la crisis que vivía la universidad. ¿Cuál es su respuesta?.
Una sola vez, allá por el año 1989 el Club de La República, acordó hipotecar una casa, una propiedad que tenía para avalar un préstamo de la universidad. Enseguida nunca más ha habido bienes de la masonería que hayan estado en riesgo para favorecer a la universidad.
En el caso de la confort-letter todos los bienes que están involucrados son bienes de la universidad, no hay un solo bien del Club de la República que esté involucrado. No hubo antes ni ahora bienes comprometidos del Club de La República para favorecer a la Universidad.
¿Usted se sigue sintiendo masón aunque no esté en la institución?.
Hay una doctrina viejísima: todos los masones aceptan que la condición de iniciado no se pierde sino con la muerte.
La pertenencia o no a una logia es una cuestión formal, pero la iniciación y el sello masónico uno lo lleva en sus conductas. Yo siempre me voy a sentir masón, retirado o expulsado como dicen, pero masón absolutamente en la conciencia y en el espíritu..
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